martes, 8 de enero de 2008

Capítulo 6: La tendencia descendente de la tasa de ganancia

La acumulación de capital va acompañada a la mecanización progresiva del proceso de producción. La misma cantidad de trabajo, operando con un equipo más perfeccionado y eficiente, puede elaborar más materiales y rendir a un volumen cada vez mayor de productos acabados. La productividad de trabajo crece constantemente, al igual que la composición orgánica del capital. De ambos conceptos se desprende la “ley de la tendencia descendente de la tasa de la ganancia”.
Según Marx hay obstáculos internos que se oponían al desarrollo indefinido de la producción capitalista. Una composición orgánica ascendente del capital es la expresión de la creciente productividad del trabajo; por otra parte, la tasa descendente de la ganancia que la acompaña tiene que cerrar los cauces de la iniciativa capitalista.
Marx enumera 6 causas contrarrestantes que anulan la ley general de la tasa descendente de la ganancia, dejándola tan sólo en carácter de tendencia.
El abaratamiento de los elementos del capital constante, elevando la productividad del trabajo, disminuye el valor por unidad de capital constante. Un aumento dado en la composición orgánica del capital, bajando el valor del capital constante, actúa como su propio correctivo. Con el aumento de la intensidad de explotación, la prolongación de la jornada de trabajo eleva la tasa de la plusvalía, aumentando la cantidad de trabajo excedente sin afectar la de trabajo necesario. Por la depresión de los salarios más debajo de su valor, todos los precios y salarios están determinados por el mercado.
La sobrepoblación relativa afirma que la existencia de trabajadores desocupados conduce a la instalación de nuevas industrias con una composición orgánica del capital relativamente baja, y una tasa de la ganancia relativamente alta, por lo que se hace subir la tasa de la ganancia general. El comercio exterior hace posible adquirir materias primas y artículos necesarios para la vida, más baratos que si se produjeran en el país, y eleva la tasa de la ganancia elevando la tasa de la plusvalía y reduciendo el valor del capital constante.
Parece correcto suponer la composición orgánica ascendente del capital. ¿Se justifica el suponer al mismo tiempo una tasa constante de la plusvalía?
Una composición orgánica ascendente del capital va de la mano con la creciente productividad del trabajo. Si la tasa de plusvalía permanece invariable, hay una elevación de los salarios reales proporcional al aumento en la productividad del trabajo. Si la productividad del trabajo se duplica, la producción total física representada por el salario y la producción total física representada por la plusvalía se duplica también.
Una característica que distingue al capitalismo es que el trabajo pasado, en forma de capital constante, mantiene una relación de competencia con el trabajo viviente y frena las demandas de éste último. La suposición de una tasa constante de plusvalía con la productividad ascendente del trabajo pasa por alto este efecto.
Un ascenso en la composición orgánica del capital significa un aumento en la productividad del trabajo. Una más alta productividad va acompañada por una tasa más alta de la plusvalía. Tanto la composición orgánica del capital como la tasa de la plusvalía son variables, y la dirección en que la tasa de la ganancia cambia es indeterminada. La tasa de la ganancia baja si el porcentaje de aumento en la tasa de la plusvalía es menor que el porcentaje de disminución en la proporción del capital variable con respecto al capital total.
No hay ninguna suposición de que los cambios en la composición orgánica del capital serán relativamente tan superiores a los cambios de la tasa de la plusvalía que los primeros dominarán los movimientos en la tasa de la ganancia. Por el contrario, debemos considerar las dos variables igualmente importantes
Por estas razones, la formulación de la ley de la tendencia descendente de la tasa de la ganancia por Marx no es convincente, pero no significa que no haya ninguna tendencia de la tasa de la ganancia a descender, sino que no es posible demostrar una tendencia descendente de la tasa de ganancia comenzando el análisis por la composición orgánica ascendente del capital. Tras la composición orgánica ascendente del capital está el proceso de acumulación del capital, y debemos buscar las fuerzas que tienden a deprimir la tasa de ganancia. La acumulación de capital actúa para aumentar la demanda de salarios, y si los demás factores no cambian, la elevación de los salarios lleva a una reducción en la tasa de la plusvalía, y esto se expresa en un descenso de la tasa de ganancia. Mediante la introducción de la maquinaria y otros recursos para economizar el trabajo, procuran mantener la tasa de ganancia en su nivel anterior y aun elevarla por encima de él. El aumento en la composición orgánica del capital restablecerá la tasa de la plusvalía e incrementa el volumen de la plusvalía más allá de lo que éste hubiera sido en ausencia del aumento de la composición orgánica del capital.
El aumento de la intensidad de explotación es importante, siendo un método de hacer caber más trabajo en una cantidad de tiempo dada. Los cambios relativamente grandes en la tasa de la plusvalía que pueden resultar de cambios aparentemente pequeños en la velocidad del trabajo.
Existen otras fuerzas, además de las mencionadas hasta ahora, que son importantes a este respecto, y pueden ser clasificadas en las que tienden a deprimir la tasa de la ganancia y las que tienden a elevarla. Entre las primeras podemos mencionar los sindicatos, que son la herramienta de los obreros para vencer el obstáculo que supone el ejército de reserva, impidiéndoles participar del desarrollo industrial, la acción del Estado en beneficio de los trabajadores, y entre las segundas están las organizaciones patronales, que actúan para mejorar la posición contractual del capital frente al trabajo, la exportación del capital, que actúa para mitigar la presión sobre el mercado de trabajo doméstico, la formación de monopolios y la acción del Estado en beneficio del capital.

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