jueves, 1 de noviembre de 2007

Día de Muertos

Este verano tuve la gran suerte de conocer a Luz, una chica mexicana que me acompañó durante mi aventura en Berlín. No sólo aprendimos alemán y trabamos una gran amistad, sino que pude aprender muchísimo de ella a través de sus vivencias y experiencias, que me transmitía por medio de interesantes explicaciones. En una de nuestras largas charlas hablamos de las diferentes mentalidades, sistemas de valores y costumbres que separan a Europa del continente americano. Aunque como todos sabemos existen grandes diferencias, ya que hoy es el día de Todos los Santos quiero hablar sobre el significado que la muerte tiene en las diferentes culturas, y cómo un tema que puede ser tan espinoso como la muerte es abordado en diferentes sitios del planeta.

En Europa y en el mundo anglosajón la muerte es considerada como un fin inevitable, pero continúa siendo un tabú, un tema del que no se debe hablar bajo ningún concepto. Ese tabú se rompe sólo cuando ya no queda más remedio, en las situaciones en que algún familiar o persona cercana y querida fallece. Aquí, en el día de Todos los Santos muchas personas se dedican a visitar las tumbas de sus seres queridos en los cementerios, y suele ser un día de recogimiento y reflexión, una jornada que por lo general no es demasiado festiva, que muchas personas pasan recordando a los que ya no están.

Sin embargo, en México la concepción sobre la muerte es totalmente diferente a la nuestra. Allí las personas no temen a la muerte, sino que la tratan de tú, mirándola directamente a los ojos. Durante el día de Muertos, que en México se celebra en estas fechas, la gente vive una fiesta, recordando a seres queridos que han sido importantes en sus vidas, pero los recuerdan de una manera que a nosotros nos puede resultar algo extraña, ya que para ellos no es un día triste, sino que es un día para celebrar. Construyen altares, en los que junto a los objetos personales del difunto colocan su comida favorita, y muchos objetos que recuerdan a esa persona.

Desde mi punto de vista esa manera es mucho más alegre y bonita de recordar a las personas queridas que ya no se encuentran entre nosotros, y lo que a mí me parece más importante, es una manera mucho más natural, puesto que mediante esta celebración se muestra que no se teme a la muerte, a pesar de tenerle un gran respeto. Mediante esta festividad se enfrentan a ella al concebirla como algo natural, ya que antes o después todos iremos con ella. Creo que esta es una forma mucho más interesante de recordar a los difuntos, además estoy segura de que a la mayoría de ellos no debe gustarles que cada año los recordemos algo entristecidos, sino que prefieren que pasemos un día alegre.

A pesar de la importante penetración que Halloween está teniendo en todo el mundo, podríamos pensar que la continuidad de esta fiesta corre peligro, sobre todo entre las generaciones más jóvenes. Sin embargo, al formar parte de las raíces de la cultura mexicana, espero y deseo que esta tradición tan peculiar no se pierda, porque sirve como ejemplo de optimismo a todo el mundo, nos sirve como ejemplo a nosotros, que intentamos esquivar a la muerte , considerándola como algo horrible y que hay que intentar evitar a toda cosa; sirve como ejemplo para tratarla como lo que en realidad es, algo natural una etapa más de nuestra vida, que ninguno de nosotros podremos evitar.

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