martes, 20 de noviembre de 2007

Resumen Lectura 5

Gino Longo: "El mecanismo de la investigación científica".

¿Cómo se desarrolla la investigación? El conocimiento se inicia a partir de los hechos, de la observación de los mismos, y el método científico consiste en recoger una serie de hechos para obtener leyes y conclusiones generales. Cualquier observación les en sí misma un principio de análisis, al llevar consigo una selección, comparaciones, deducciones… El hecho no es la verdad, pero es su materia prima, ya que hay que saber sacar sentido al hecho.

La primera tarea de la investigación supone observar los hechos, seleccionar los más significativos, descubrir las relaciones que los unen entre sí y evidenciar los aspectos más significativos. Si además encajamos estos hechos a través de la observación de un esquema coherente, podemos llenar las lagunas de la observación con una serie de supuestos hipotéticos que ayudan a crear una explicación más o menos coherente.

La segunda parte del trabajo científico supone formular una hipótesis que explique el conjunto de los hechos de forma lógica y coherente. Esta etapa se caracteriza por la existencia de una fantasía creadora, una capacidad para crear mentalmente imágenes subjetivas distintas de aquellas observadas en la realidad, de aquellas que se desprenden de la concepción objetiva de la realidad a través de los sentidos. Mediante esta fantasía podemos llegar a conocer la realidad, ya que nos permite ver las representaciones que no vienen dadas por la realidad misma. También podremos modificar esa realidad (uno de los objetivos del conocimiento), al crear mediante la imagen aquello que no es, pero que el conocimiento pretende alcanzar. La fantasía es lo que hace al hombre sujeto activo, creativo, y se complementa con la intuición. Pero la fantasía creadora debe estar controlada por una lógica rigurosa.

La tercera etapa consiste en comprobar que las hipótesis formuladas corresponden a la realidad de los hechos. Para esto tendremos que volverlos a observar, ampliando el campo de observación a nuevos fenómenos, y profundizar el análisis de os hechos ya conocidos, controlando de todas formas posibles para que las conclusiones se vean justificadas. Esto es importante, porque la mayor o menos correspondencia de los hechos con las teorías formuladas es el único criterio para comprobar la verosimilitud de una hipótesis. Tanto el proceso de observación como el de experimentación estudian los hechos. Un espíritu autocrítico es necesario para esta etapa.

La cuarta etapa consiste en modificar o sustituir las hipótesis formuladas con los resultados de la comprobación realizada anteriormente. La identificación de los fenómenos sobre los que vamos a trabajar es un acto cognoscitivo, pero no es parte del trabajo analítico, sino que éste se divide en dos actividades: la conceptuación de los contenidos de la visión, que fija los elementos en conceptos precisos que reciben nombres o etiquetas para fijar su identidad, y la búsqueda de más datos empíricos con los que enriquecer y contrastar los hechos inicialmente percibidos. Los intentos de conceptuación estimulan la búsqueda de nuevos hechos, que son ordenados y conceptuados de nuevo.
La elaboración teórica y la observación de los hechos se complementan mutuamente, pero no coinciden. Ambos aspectos, teórico y analítico, son distintos, no deben confundirse. El investigador utiliza no sólo hechos observados por él mismo, sino también los hechos observados descubiertos y analizados por otros; lo mismo hace con las hipótesis formuladas por otros investigadores. Utiliza las conclusiones y las elaboraciones de otros científicos como partes integrantes de su investigación. Este proceso de conocimiento tiene dos consecuencias:
La condición esencial para poder utilizar los resultados de las investigaciones hechas por otros es que por nuestra parte hayamos ya iniciado una investigación propia, ya que en caso contrario caemos en el eclecticismo.
No sólo las concepciones y las ideas evolucionan históricamente, sino que también lo hacen los conceptos que las expresan. Por lo tanto, todo investigador debe crear por sí mismo el aparato conceptual que necesita. A menudo es necesario desarrollar nuestro propio sistema de conceptos.

De estos pensamientos podemos extraer una serie de conclusiones:
-Toda ciencia tiene un objeto de investigación concreto.
-Toda ciencia utiliza un método de investigación determinado.
-Al aplicar un determinado método de investigación, da en cada etapa del proceso una visión de un conjunto del sector de la realidad que constituye su campo de investigación y una determinada visión científica de la realidad.

El método de investigación evoluciona con cada nueva etapa del desarrollo científico, y es enriquecido a medida que se suceden las visiones de la realidad que ofrece la ciencia.

Queda claro que en la ciencia lo esencial es el método. Si tenemos en cuenta que el objeto de la ciencia no es tanto ofrecer una determinada visión de la realidad como proporcionar una visión de la realidad cada vez más exacta, entenderemos que el aspecto esencial de toda ciencia es su método de investigación. Por lo tanto, no se trata tanto de determinar un objeto de estudio o alcanzar determinadas conclusiones o resultados, sino sobre todo, emplear un adecuado método de estudio, y hacerlo de forma correcta, para que la investigación puede dar resultados y ser útil a la hora de explicar y modificar la realidad.

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